another day ok
Gabriella Grill
Fruit preserves (Conservas de fruta) es una investigación sobre el deterioro y la protección. He encapsulado diferentes frutas, incluidas, manzanas, limones, peras, clementinas y fresas dentro de caparazones hechos con varios materiales. El material que envuelve la fruta puede ir desde la soldadura de metal hasta la cera, pasando por la pintura de esmalte, proveyendo a las frutas con diferentes grados de protección. Algunas frutas son resguardadas por un cascarón duro, mientras otras se protegen con elementos suaves y maleables. El proyecto fue un esfuerzo para evitar que las frutas se deterioren protegiéndolas de su descomposición. A pesar de estos esfuerzos la fruta no pudo ser salvada. Aun los envoltorios que parecían herméticos tenían filtraciones de residuos y jugos pegajosos. Las frutas son al mismo tiempo momias y ofrendas, preservadas a cierto nivel y presentadas como símbolos que resisten la descomposición.
Preguntas y respuestas entre Karla Centeno y Gabriella Grill:
KC: Una de las primeras cosas que noté de ti es que siempre llevas una libreta para garabatear o dibujar. ¿Ha sido esto siempre un hábito? ¿Qué hay realmente en esas páginas?
GG: Siempre llevo un cuaderno conmigo. He escrito diarios durante años. Odio la sensación de tener una idea o aprender algo nuevo y no tener un lugar seguro para registrarlo. Lo uso para todo: esbozar proyectos, anotar ideas, hacer listas de tareas, tomar notas en reuniones, etc. Me gusta tener todos los pensamientos que pasan por mi cabeza en un solo lugar para que sea fácil consultarlos y volver a lo que pensaba en ese momento. De esta forma no se pierde nada.
KC: ¿Hubo un factor determinante a la hora de decidir en qué material sumergir cada fruta?
GG: No exactamente. Cubrí algunas frutas con una capa de metal para que sirviera como armadura para protegerlas de la descomposición y el tiempo. Para las demas que están cubiertas de arcilla, cera, esmalte, pegamento, etc., realmente estaba jugando con el material y desarrollando otras formas de protegerlas. Aunque algunas de las caparazones de frutas son más suaves que otras, todas proveen cierto grado de proteccion por el material que las contiene.
KC: ¿Qué desafíos plantean los materiales (es decir, fruta podrida)?
GG: A través de mi fruta "momificada", intento preservar el objeto mediante su encapsulación. La corteza que creo alrededor de la fruta mantiene la forma exterior, pero en realidad no protege la fruta porque no es hermética. Algunas frutas solo están cubiertas con capas de esmalte o parcialmente cubiertas por arcilla. En estos casos, la fruta todavía está visiblemente marchita y podrida. Debido a que ninguna de las frutas esta completamente hermética, todavía hay factores relacionados con los procesos naturales de la fruta que no puedo controlar.
KC: ¿Por qué te interesa trabajar con materiales que tienen un ciclo de vida (es decir, frutas, materiales reciclados)?
GG: En última instancia, me interesa explorar el ciclo de la vida a través de la metáfora. Utilizo frutas, leche, ropa y algunos objetos domésticos como metáfora de la vida humana, como objetos inanimados que todavía tienen un ciclo asociado. Por supuesto, la fruta y la leche (los materiales orgánicos con los que he estado trabajando) son literalmente materiales vivos, y su descomposición se puede ver visualmente a medida que se deterioran. Aunque también encuentro que el material inorgánico tiene una vida útil en un sentido diferente. Hay un período de tiempo en el que los materiales inorgánicos están "en vida", desde el momento de la producción, pasando por el uso, hasta que el objeto se desecha.
KC: Sé que este proyecto ha pasado por muchas iteraciones. ¿Podrias compartirnos cómo ha cambiado este trabajo con el tiempo?
GG: Al principio, comencé a crear estas frutas para un planetario similar a un móvil. Estaba tratando de usar las frutas como una metáfora a pequeña escala de la vida humana y una metáfora aún más pequeña de los planetas en un universo. Cada fruta estaba destinada a representar un planeta diferente en un universo ficticio, y estaba destinada a girar en un motor alrededor de una fuente de luz. Cada fruta tiene un lazo para poder colgarla y a su vez depender de una estructura más grande.
Estaba comenzando este proyecto en mi estudio en Stanford, pero cuando tuvimos que empezar a trabajar desde casa debido al covid-19, tuve que cambiar de planes. Tenía todas estas frutas recubiertas con diferentes materiales, pero el resto de la estructura no la pude completar en casa. Comencé a ensartar las frutas, colgarlas en mi balcón, colocando diferentes cosas a los lazos que se las unían. Al final me di cuenta de que funcionan mejor por sí solas, como pequeñas esculturas individuales que se pueden experimentar como grupo. Los pequeños bucles adheridos a la fruta les han dado una nueva capa de significado para mí, ya que enmarcan la fruta como votivas o pequeñas ofrendas a un poder superior.