Shirin Towfiq
Shirin Towfiq explora la comunicación intergeneracional en el contexto específico de la relación entre Irán y los Estados Unidos. Al colaborar con los miembros de su familia para generar proyectos que traducen sus recuerdos en obras visuales, ella reinventa de manera lúdica los límites, la migración, el movimiento, la (in)comodidad, la corporeidad de su legado y el hogar.
En los últimos años, Towfiq presentó una exposición individual en Hill Street Country Club, Oceanside, CA y su obra se ha incluido en exposiciones colectivas en lugares como Minnesota Street Project, San Francisco; SomArts, San Francisco; Galería de Bellas Artes de la Universidad Estatal de San Francisco; c3artspace, Melbourne, Australia. Shirin Towfiq ha ganado varios premios, como el premio Murphy en 2020 y el premio Curator's Choice del Museo de Arte Contemporáneo de San Diego en 2017. Completó una licenciatura en práctica artística de la Universidad de California Berkeley en 2016 y Maestría en Bellas Artes de la Universidad de Stanford en 2020.
Two Atoms (from above)
Two Atoms (from above), 2019, video
Pencil Broom
Broom for Two
Moved
Moved, 2019, video
Thinking About Migration
Thinking About Migration, 2020, 15’ x 10’ installation of 20 digital prints on gauze with fan
Remnant
All Mysteries Are Now Unveiled
I Want To Go Home (translated from Persian)
No, I Never Want To Go Back
Preguntas y respuestas entre Karla Centeno y Shirin Towfig
KC: ¿Cuándo empezaste a hacer arte? ¿Fue un interés temprano para ti?
ST: Al crecer, supe que era creativa y me gustaba hacer cosas con mis manos, pero no tenía idea de qué era el arte en realidad. Básicamente, no tenía ningún interés en el arte, ya que todo lo que me habían mostrado era historia del arte clásico europeo. Nunca había visto a nadie como yo haciendo arte y mientras crecía pensaba que esto no era para alguien como yo. Mis padres son refugiados de Irán y no estaba en su lista de prioridades llevarme a galerías o museos a ver arte, creo que su principal objetivo era convertirme en médico como muchos padres inmigrantes. Cuando comencé la universidad, no tenía ni idea de lo que quería hacer o por qué estaba ahí. Lo que realmente cambió todo para mí fue que durante el verano siguiente hice una pasantía en Ucrania, y mientras laboraba en un trabajo de oficina terriblemente aburrido, me di cuenta de que no podía sentarme en un escritorio todo el día y quería trabajar con mis manos de alguna manera.
La gente con la que estaba trabajando me llevó a visitar la Bienal de Ucrania, que tenía increíbles instalaciones y videos de arte contemporáneo. Al ver el arte allí, sentí que entendía todo en algún nivel y que todo el arte estaba en diálogo con algo que estaba sucediendo en el mundo. Honestamente, no podía creer que hubiera personas que estuvieran viviendo de hacer esto y todo se sentía tan importante. ¡Todo lo que sabía era que este era el trabajo de alguien y tenía que tenerlo!
Cuando volví a casa de Ucrania, me inscribí en una clase de arte de instalación y me enamoré de lo que estaba aprendiendo y a partir de ahí, estuve expuesta al arte conceptual. Durante ese tiempo conocí a más artistas y me di cuenta de lo inteligentes, interesantes y al corriente que estaban sobre tópicos actuales mientras seguían su pasión y exponían verdades. Sabía que quería hacer algo con mis manos y estar en una posición en la que me vería obligada a aprender y crecer toda mi vida.
KC: Mencionaste en nuestra conversación que nunca has mostrado obras de arte en tu colección de Ritual Movement, ¿por qué? ¿Qué es el movimiento ritual para ti?
ST: Ritual Movement es una cuenta de Instagram que comencé con experimentos de video donde comencé a pensar en la forma en que me muevo por el mundo y lo que eso significa. Hice reglas durante un tiempo a partir de la cuenta en donde tenía que hacer un video de acciones performáticas cada día, sin importar su duración, ¡podría ser de 10 segundos, 1 hora, lo que sea! Este método de experimentación abrió mi mente y me permitió comprender mis intereses de nuevas maneras, comenzar a pensar en lo que se me ha transmitido a través de la corporeidad del archivo, por qué hago las cosas que hago, cómo me muevo cada día y lo que eso significa.
KC: ¿Sueñas con Irán? Si lo haces, ¿cómo se manifiesta Irán en esos sueños?
ST: Siento que sueño con Irán a diario, preguntándome a menudo cómo es el viejo Irán de las historias de mi familia en lugar del Irán que existe ahora en las noticias. Sueño con la arquitectura, la gente, los olores, la tipografía, viajar por la tierra. A veces, cuando salgo a dar un paseo por California, me pregunto si las montañas desérticas que veo a la distancia son las mismas que las de Irán y colecciono fotografías de ellas para intentar recrear esos sueños. Me imagino que debe haber alguna similitud entre Irán y el desierto y las montañas de California, ya que el sur de California tiene la mayor población de iraníes fuera de Irán. Tal vez buscaban algo que les pareciera su hogar.
KC: La mayor parte de tu obra gira en torno a tu familia, sus recuerdos e historias. ¿Cómo responde tu familia a tu trabajo cuando lo ven?
ST: Creo que se sorprenden cuando ven mi obra reciente. Al crecer, realmente no me importaba entender de dónde venía mi familia. Solo me importaba asimilarme a lo que pensaba que era ser estadounidense. No conocí a ningún otro niño iraní mientras crecía. En algún momento me di cuenta de que nunca podría escapar de ser iraní o hija de inmigrantes. Cuando fui a la universidad, decidí tomar una clase intensiva de persa para recuperar el idioma que una vez había perdido.
Mi familia a veces pregunta por qué los uso tanto en mi obra, pero para mí son mi único punto de acceso a Irán y a esa historia familiar, incluso si está teatralizada y reinventada. Es importante para mí que de alguna manera se recuerden las historias de refugiados y, a través de mi intento por entenderlas, hay otro punto de acceso a estas historias para otras personas como yo.
KC: Si tuvieras que salir de los EE. UU. y llevar un objeto contigo, ¿qué objeto traerías y por qué?
ST: Cuando mencionas tener que salir de un país, imagino como los miembros de mi familia tuvieron que salir de Irán rápidamente para salvar sus vidas. He entrevistado a diferentes miembros de la familia sobre lo que se llevaron el día que se fueron de Irán. Me he hecho esta pregunta una y otra vez durante los últimos años, ¿qué llevaría conmigo si me pusieran en la misma situación? Me pregunto cuáles serían las condiciones que determinarían lo que tomaría ese día. En algún momento pensé en la trivialidad de los objetos físicos que me rodean y que lo realmente importante sería seguir con vida. Cuando estás en el punto de desesperación, los objetos físicos ya no significan tanto.
Si tuviera que pensar de nuevo en lo que tomaría estando en esa posición, creo que tomaría las joyas que me ha heredado mi abuela, que diseñó para la familia real y que pasó de contrabando a través de la frontera, y algún otro tipo de objeto que me traería consuelo. Soy una persona muy nostálgica y me encanta ver fotografías. Quizás algo que fuera un documento de una parte de mi vida, una foto de mi familia. Y un poco de dinero para poder encontrar mi camino a donde quiera que llegue.